martes, 19 de octubre de 2010

A cerca de la felicidad

Sobre la felicidad se ha escrito mucho a lo largo de la historia e incluso a lo largo de la histeria.
      Entre las cualidades  que según diferentes autores, se le pueden atribuir a tan escurridizo concepto se encuentra aquello de que sólo se sabe lo que es cuando no se tiene,  o la idea de que se encuentra en las pequeñas cosas.
 Fuera de estos lugares comunes, se ha opinado de todo, y es en los libros de autoayuda desde donde últimamente se describe el camino para llegar a tan ansiada meta.
      Así los kioscos y las tiendas de libros de estaciones y aeropuertos se han llenado de este tipo de literatura,  y los dioses que llegan montados en harleys, los monjes que venden los ferraris, los caballeros de las armaduras oxidadas e incluso los quesos que no se sabe quien comió, han acompañado los viajes y la vida de gran número de lectores en detrimento de las clásicas obras de filósofos y líderes religiosos que ofrecían vías más trabajosas y complejas a la felicidad.
      Así la escritora de Corea del Sur, (en la otra Corea la felicidad ni se la plantean, primero es comer), Choi Yoon Hee que llegó a escribir más de 20 libros sobre equilibrio espiritual, esperanzas y felicidad, alcanzó gran fama fuera y dentro de su país.
      Pues bien, esta autora, a los 63 años, edad cada vez más lejana de la jubilación, ha decidido poner fin a su equilibrio espiritual, a su esperanza y a su felicidad, y se ha ahorcado en un hotel, junto a su marido, eso sí, que el matrimonio es para siempre.
      A todas luces, este final es injusto, para la finada, para el pobre marido, y para los millones de lectores de Choi Yoon Hee.
      Si antes de colgarse hubiera releído sus 20 libros, quízá no hubiera tomado la decisión de poner fin a sus días, o quizá fue esa lectura lo que provocó tan drástico final, núnca lo sabremos.
      Yo, por mi parte, he decidido regalar las obras completas de la autora a varios conocidos, pues uno de los camino a la felicidad es procurar que las personas que nos interesan sean felices, lo que ellos hagan tras leer las obras ya es cosa suya, pero por si acaso mejor será que no las lean en la habitación de ningún hotel.

 

1 comentario:

  1. jaja!! lo siento pero me incita a la risa esta historia, esta muy bien. yo creo que se suicidaron por haber leido sus libros de consigue la felicidad en dos dias, como todo lo actual, todo rapido, sin madurar, sentir, penetrar, es decir todo facil, por eso mismo dificil o imposible; yo creo que no se debe leer mucho sobre esas cuestiones, y lo que se lee bien selecionado, pero para llegar a saber eso quiza hay que leer mucho, bueno y malo, pasar por el lio de los coreanos y superarlo, la riqueza no siempre esta en los libros. hay refranes o dichos creo, que inciden en eso, en que vale mas vivirlo que leerlo.

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